Una pequeña cláusula en el contrato hace una gran diferencia para los pacientes
Aunque no existe una escasez de terapeutas de salud mental en el Área de la Bahía, encontrar uno que sea culturalmente competente puede ser difícil para los residentes que crecieron en otros países y no hablan inglés como primer idioma.
Es por eso que el Comité de Negociación de NUHW incluyó una cláusula en nuestro contrato con Richmond Area Multi-Services (una agencia no lucrativa que ofrece servicios primordialmente a la Comunidad Asiática de San Francisco) que puede ayudar a terapeutas nacidos en el extranjero con sus trámites migratorios. Varios miembros de NUHW en RAMS también han creado un comité para asegurarse de que si un colega pide ayuda al Departamento de Recursos Humanos de RAMS con sus trámites migratorios, recibirán una respuesta dentro de dos días hábiles — como lo requiere el contrato.
Esta ayuda migratoria ha sido vital para Andrea Chan, una consejera de salud mental en RAMS.
Andrea creció en Canadá y Hong Kong, y se encontraba estudiando ahí cuando se registró para completar su pasantía en RAMS. Comenzó a trabajar un año más tarde, gracias a una visa TN, un programa migratorio para profesionales oriundos de Canadá y México que les permite vivir y trabajar en Estados Unidos.
RAMS patrocinó la visa TN de Andrea y la conectó con un abogado migratorio que le ayudó con el proceso.
“Me gusta trabajar en RAMS por el servicio clínico que proveemos a comunidades necesitadas; es algo importante para mí”, dijo Andrea, quien habla cantonés y mandarín, idiomas muy útiles al servir a una gran población china e inmigrante.
“Ser bicultural y tener la experiencia de un inmigrante me ayuda en mi trabajo”, dijo Andrea. “Es parte de la presencia terapéutica que puedo proveer”.
La asistencia migratoria que RAMS provee es solo uno de los muchos beneficios que trabajadores han ganado desde que se unieron a NUHW.
“Antes de unirnos al sindicato, la paga era tan mala, hasta el punto de que era insultante”, describió.
Los trabajadores de RAMS ganaron aumentos del 21 por ciento en la negociación del año pasado, y su contrato incluye muchas otras mejoras ganadas con mucho esfuerzo, como reembolsos parciales en los pagos de renovación de licencias.
Pero aún más importante, Andrea dijo que ser parte de NUHW le ha enseñado a ella y a sus colegas que pueden tener voz en el lugar de trabajo y no tienen que aceptar nada que no sea justo.
“La gente siente que la escuchan”, dijo Andrea. “Los empleados quieren sentir que no son solo partes reemplazables en la máquina”.