Trabajadores de cuidado en el hogar de Kaiser luchan para mantener la atención de calidad
Los trabajadores de atención en el hogar están luchando contra la exigencia de la gerencia de imponer cambios drásticos en sus condiciones laborales.
Los aproximadamente 85 trabajadores sociales médicos que brindan brindan cuidados paliativos y de rehabilitación a los miembros de Kaiser en el sur de California ya lograron impedir que la gerencia obligue unilateralmente a los trabajadores de medio tiempo a trabajar más horas o pasar a trabajar a tiempo completo.
Pero en vez de enfrentar la crisis de falta de personal contratando a más trabajadores sociales, la gerencia del Sur de California insiste en cambios que supondrían una carga para los empleados y ponen en riesgo el cuidado al paciente.
Sin haber entablado nunca discusiones de buena fe sobre la mejor manera de abordar la escasez de personal, la dirección de Kaiser exige a los trabajadores de atención domiciliaria que:
- Trabajar a través de diferentes líneas de servicios, de modo que los trabajadores de cuidados paliativos tendrían que tratar a pacientes que no son de cuidados paliativos, mientras que a los trabajadores de atención médica en el hogar se les asignarían pacientes de cuidados paliativos. Kaiser había puesto fin previamente a esta práctica después de descubrir que era ineficaz y mala para los pacientes.
- Trabajar en diferentes áreas de servicio, lo que los obliga a conducir por grandes regiones del sur de California para atender a los pacientes, y al mismo tiempo pone en peligro sus licencias, ya que están acreditados para trabajar en un sitio específico.
- Descargar una aplicación que rastree de manera efectiva su ubicación y monitorea cómo usan su tiempo. Además de la aplicación, Kaiser también busca impedir que los trabajadores utilicen su criterio clínico para programar pacientes.
Kaiser comenzó a implementar varios de los cambios unilaterales este mes y los trabajadores respondieron rápidamente. El 30 de agosto, los delegados sindicales participaron en una audiencia de quejas, durante la cual presentaron a la gerencia de Kaiser una petición oponiéndose a los cambios firmada por el 83 por ciento de sus colegas.
“Lo que Kaiser está tratando de implementar unilateralmente retrasará la atención y los servicios, y comprometerá nuestras licencias”, dijo Jared García, trabajador social de atención domiciliaria con sede en Fontana. “Nunca aceptaremos que Kaiser interfiera con nuestra capacidad de utilizar nuestro juicio clínico o disminuya y comprometa la alta calidad de la atención que nuestros pacientes deben recibir. Kaiser necesita dotar de personal completo y reponer nuestros servicios y vernos como proveedores profesionales si queremos tener una posibilidad viable de resolver nuestra falta crónica de personal en todas las áreas de servicio en el Sur de California”.