Reflexiones sobre la huelga de salud mental más larga de la historia
Este mes marca el primer aniversario desde el acuerdo que puso fin a la huelga de trabajadores de salud mental más larga en la historia de Estados Unidos. Por 172 días, terapeutas de Kaiser Permanente representados por NUHW caminaron las líneas de piquete para exigir un primer contrato que mejorara las condiciones para ellos y sus pacientes.
Aunque Kaiser enfrentó una intensa presión política y pública para poner fin a una huelga simultánea por parte de terapeutas en el Norte de California donde es el mayor proveedor de cuidado de salud mental, el HMO gigante enfrentó menos presión en Hawai, donde no es el proveedor de salud mental más grande. Pero los ejecutivos de Kaiser no contaban con la determinación de los miembros de NUHW que se mantuvieron afuera de los hospitales por seis meses hasta que obtuvieron un primer contrato que mantenías las pensiones, aumentaba salarios y establecía reglas que los supervisores ya no podían violar.
En esta serie de preguntas y respuestas, Rachel Kaya, una psicóloga de Kaiser en Maui, reflexiona sobre la huelga. (La entrevista ha sido editada para reducir espacio y mayor claridad).
¿Cómo te sentías cuando te fuiste a la huelga en agosto de 2022?
Decidida y asustada. Todos estábamos molestos con Kaiser por ser un empleador tan malo, y el enojo te da mucha energía.
¿Por qué estaban listos para irse a la huelga?
Porque mis pacientes se lo merecen. Siempre ha sido para proveer el tipo de tratamiento profesional para el que fui entrenada y que mis pacientes merecen. Maui es una comunidad muy conectada. Estas personas son nuestras tías y vecinos cuyas necesidades no estaban siendo correspondidas por el segundo proveedor de seguro más grande y eso no era aceptable.
¿Cómo sostuvieron la huelga?
Estábamos muy unidos en la línea de piquete y sabíamos que estábamos en lo correcto. También hubo mucho apoyo de la comunidad. La gente se detenía y nos alimentaba. El Consejo Municipal de Maui y nuestros colegas profesionales nos apoyaban. Ellos sabían que estábamos haciendo lo que se debía hacer. Incluso hoy en día me topo con gente que me dice que recuerdan nuestras camisas rojas y que hicieron sonar su claxón al vernos en la calle.
¿Qué fue lo que más te sorprendió durante la huelga?
Al principio me sorprendió la insensibilidad y falta de decencia por parte de la gerencia. Creía, inocentemente, que todos lo que trabajamos en el cuidado de la salud se preocupa por la salud de la gente. Aprendí que ese no era el caso. e.
El contrato mantuvo las pensiones y aumentó los salarios. ¿Hay otros logros que vinieron con la huelga?
El simple hecho de alcanzar nuestro primer contrato después de cinco años de negociación. Creo que Kaiser habría estado feliz de nunca haber firmado un contrato con nosotros. Ahora tenemos este documento escrito e impreso que la gerencia está obligada a cumplir. No es perfecto, pero son 50 páginas más de lo que la gerencia nos habría dado de manera voluntaria y eso hace que todo haya valido la pena.
¿Ya han visto los beneficios del contrato?
Sí. Cuando la gerencia quería que regresáramos a trabajar en persona dos veces por semana, y logramos hacerlo de manera que tuviera sentido clínicamente en vez de simplemente hacerlo como quería la gerencia.
Una de las mayores quejas que nos llevó a organizarnos como sindicato era la forma arbitraria y poco razonable en que se nos administraba. Eso generaba una moral baja, pero ahora en vez de que la gerencia nos ordene hacer algo solo porque ellos quieren, tienen que negociar con nosotros sobre decisiones que potencialmente impacten nuestro trabajo.
¿Ha habido desilusiones sobre el contrato?
Los tiempos de espera para las citas de los pacientes todavía son muy altos. Muchos de mis colegas usaron el tiempo de la huelga para reflexionar sobre sus valores personales y profesionales, y el resultado fue que muchos optaron por dejar de trabajar para Kaiser. Hemos perdido a muchos terapeutas buenos. La necesidad de salud mental en nuestra comunidad es más grande que nunca, y Kaiser ha estado enviando a los pacientes fuera de la red, y todavía no tenemos a todos los terapeutas que necesitamos.
¿Cómo te sientes acerca de no lograr todo lo que buscaban?
Prefiero dejar un lugar en mejor estado de como lo encontré. Creo que obtener un primer contrato que puede mejorarse es un gran logro.
¿Alguna vez extrañas estar en huelga?
Bromeamos todo el tiempo acerca de cuánto extrañamos la inseguridad económico, el sudor y estar parados todo el día, lanzando shakas al tráfico. Incluso en los días cuando estamos en la oficina, tenemos una cita tras otra, así que casi no vemos a nuestros compañeros. No tenemos ese tiempo para relacionarnos como lo tuvimos en la línea de piquete — ese apoyo que recibíamos.
¿Reflexionaron sobre la huelga en el primer aniversario desde el acuerdo?
No. Regresar al trabajo no fue ese gran cambio. Irnos a la huelga es algo memorable. Es algo de lo que siempre voy a estar orgullosa de haber participado. Este es mi primer sindicato. Los sindicatos no son algo tradicional en la salud mental, pero deberían serlo. Creo que para la gente que pone su corazón y alma en hacer algo correcto, unirse como sindicato es algo que tiene sentido.