Nuestros Miembros: Isidro Sánchez
Isidro Sánchez conoce bien el poder de un sindicato.
Este empleado de la limpieza empezó a trabajar en el Hospital Regional Fountain Valley hace 17 años, antes de que él y sus colegas formaran un sindicato. Las cosas estaban mal.
“Veíamos mucha injusticia”, dijo. “Los jefes a veces nos veían en la cafetería tomando agua y descansado por un momento en un día caluroso y te empezaban a gritar, ‘¿qué estás haciendo aquí? No es tu hora para estar aquí”.
Los trabajadores se quejaban por el trato y su salario, pero no pasaba nada, relató Isidro. “Si no tuviéramos un sindicato, todavía estuviéramos ganando el salario mínimo”.
La lucha por la justicia de Isidro y sus compañeros comenzó cuando se organizaron como trabajadores subcontratados por el Grupo Compass en Fountain Valley. Su primer contrato sindical les aseguró mejores salarios y les dio una voz en el lugar de trabajo, pero su contrato más reciente, firmado en 2021, elevó los estándares en todos los ámbitos.
Junto con miembros de NUHW que trabajan directamente para el hospital, empleados subcontratados de la limpieza y de la preparación de alimentos realizaron piquetes y mítines afuera del hospital.
Tras la autorización de una huelga, su frente unido resultó en un contrato sin precedentes. El acuerdo estableció un salario base que generó aumentos inmediatos para la mayoría de los trabajadores subcontratados que van desde el 17 hasta el 30 por ciento — así como aumentos adicionales del tres por ciento en el segundo y tercer año del acuerdo.
Además de los aumentos salariales, Isidro dijo que el mayor beneficio de unirse a un sindicato es que “(los supervisores) ya no nos maltratan”.
La vida ha mejorado para los empleados del hospital, pero Isidro no baja la guardia.
“Me convertí en delegado porque me gusta ayudar”, explicó. “Todavía soy delegado porque todavía veo injusticia hacia mis compañeros de trabajo. Quiero ayudarlos, quiero justicia para todos”.
Isidro dijo que intenta servir de guía para sus compañeros cuando llegan a pedirle ayuda. “Vienen y dicen, ‘el supervisor me dijo eso o esto’. Yo les pregunto si creen que está bien. Si no, podemos hablar con el supervisor y, si es necesario, podemos llamar al (organizador de NUHW) para que nos ayude”.
Aunque las cosas han mejorado, todavía queda más por lograr — principalmente salarios más altos, que serán una prioridad cuando los trabajadores negocien un nuevo contrato el año entrante.
“Todos quieren pelear por $25 (la hora)”, dijo Isidro. “Yo les digo que va a ser difícil ganarlo, pero si nos unimos, podemos lograr mucho más de lo que tenemos ahora”.